Soltar es desapegarse, es aceptar que las cosas son como son, sin engancharnos en lo que fue o puede ser. Es avanzar hacia nuestros deseos y necesidades en busca de la felicidad.
Soltar, es desligarnos de una situación, persona, sentimiento, emoción, rol, mecanismo de defensa, objeto, deseo, ideal, recuerdo, entre otros, que afecten nuestra felicidad y bienestar.
Sin embargo, emocionalmente soltar va más allá. Es una trascendencia personal que nos lleva a un nivel espiritual más alto y nos deja a orillas de lo que somos, teniendo como resultado final la dicha, satisfacción y paz personal.
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